Puzzle sex

Hace una semana me voy con los amigos a un bar a tomar algo por la noche antes de ir a fiestas de nuestro barrio. Por un momento "me llama la naturaleza", a lo que respondo favorablemente y marcho al cuarto de baño, donde me encuentro lo que ilustra la imagen siguiente:


Deduzco que una de las puertas es el baño de hombres, y otro el de mujeres. Ahora bien, ¿cuál? Poco antes de entrar yo, ha salido una mujer de uno de ellos, mirando de nuevo los símbolos y tratando de deducir si el baño en el que se metió era el correcto o no. Tras unos largos segundos, entiendo la jugada: son dos piezas de puzzle en el que una de ellas presenta dos salientes para encajar en el otro, que presenta a su vez dos huecos de forma concordante con los del primero; los salientes del primero simbolizan la idea del pene, y los huecos del segundo el de una vagina.

Ingeniosa metáfora visual, sí. Pero no se puede negar que quienes hemos entrado al baño hemos perdido tiempo en deducir a quién corresponde qué, lo que va en desmedro de la funcionalidad (más si añadimos unas intensas llamadas de la naturaleza que a otro usuario apretado le pueden suceder).

Por todo ello, un diseño no correcto por comunicación obstruida. Pero eso sí: ¡qué imaginación!

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