Tráfico y lucha partidista

Texto publicado en el Diario de Navarra (13-I-2020)
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Uno de los pactos para el apoyo del PNV a Pedro Sánchez ha sido la asunción de las competencias de tráfico por la Policía Foral de Navarra, lo que no ha gustado ni a las asociaciones de la Guardia Civil, ni a la oposición regionalista de la Comunidad. Se acusa a los 'jeltzales' de entrometerse en un territorio donde “no gozan de representación”, así como de desplazar de la misma a la Benemérita.

Ambas afirmaciones por parte de dicha oposición son altamente peligrosas. Primero, porque las competencias de tráfico son una materia sensible de transferencia según la Ley de Amejoramiento del Fuero. No se ha pactado, por tanto, nada fuera de la ley. Al mismo tiempo hay que recordar que el tráfico ha sido asumido por el País Vasco y Cataluña sin que ello suponga la desaparición de la Guardia Civil de ninguna de ambas regiones, amén de que los ajustes presupuestarios obligan a dicho cuerpo a primar su presencia en territorios sin policía propia sobre las que ya la tienen. Por lo tanto, la reacción va más dirigida al cuidado de un público votante antes que al desarrollo de una ley de la que curiosamente UPN – y antes la UCD – ha sido referente.

Al mismo tiempo, privar a un partido de hablar de una provincia o región donde no tiene diputados o senadores el profundamente antidemocrático. Primero, por su falta de veracidad en este caso, pues el pacto de transferencia ha sido realizado por el PSOE y el PNV, ambos gobernantes de Navarra – este último a través de Geroa Bai, quien ostenta nada menos que la presidencia del Parlamento –. Asimismo, Geroa tiene un senador por Navarra, y los socialistas sendos representantes al Congreso y al Senado por la misma. Resulta escandaloso entonces que se hable de partidos sin representanción. Tener además lo dicho en consideración eximiría por ejemplo al PP de poder operar/opinar sobre el País Vasco, allí donde perdió todos los diputados y senadores el 28-A, y donde recuperó una sola diputada por Vizcaya el 10-N.

Visto este escenario, y habida cuenta además de que Navarra ha de tener todos los derechos para su pleno desarrollo autónomo, proyectándose hacia España y Europa con toda su potencia, solo entiendo la crítica a las transferencias desde la lucha partidista, antes de que desde la defensa de los intereses de locales. Y ello resulta tan impropio del regionalismo como la última cita del célebre Miguel Ángel Revilla: “es preferible que Cantabria se quede sin tren a que se rompa España”. ¿Es que se romperá España por dar más trabajo a los forales?

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