Texto publicado en Segovia al día (18-VII-19)
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El actual fallecimiento del ex-presidente del BBVA Emilio Ybarra, y la designación a su vez del ex-alcalde del PP en Vitoria Javier Maroto como senador castellano, traza curiosos paralelismos.
El tío-abuelo del primero, el banquero bilbaíno Fernando M.ª de Ybarra, fue parlamentario conservador por Burgos en 1919 tras hacerse los nacionalistas con todos los distritos de Vizcaya, salvo Bilbao, socialista. Curiosamente, tras las generales del 2019, el PNV ha ganado todas las circunscripciones de Álava salvo su capital, del PSOE, lo que ha llevado a Maroto a obtener su acta en Sotosalbos.
Por otra parte, tanto Emilio como Javier estudiaron en la Comercial de Deusto, sacando partidos bien distintos: mientras el primero ha contribuido al robustecimiento de la economía española por la vía privada, el segundo estuvo al cargo de una hacienda local de cuyo periodo se sustrae una irregularidad.
Los Ybarra han demostrado vinculación política sin descolgarse de sus negocios, pero los nuevos políticos solo saben vivir de lo primero, dando lugar a casos como éste, en que aquel implacable defensor de Vitoria lo es hoy de Segovia, con la que no tiene ningún vínculo. Honestamente, prefiero a los Ybarra.
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Fte.: La Razón
El actual fallecimiento del ex-presidente del BBVA Emilio Ybarra, y la designación a su vez del ex-alcalde del PP en Vitoria Javier Maroto como senador castellano, traza curiosos paralelismos.
El tío-abuelo del primero, el banquero bilbaíno Fernando M.ª de Ybarra, fue parlamentario conservador por Burgos en 1919 tras hacerse los nacionalistas con todos los distritos de Vizcaya, salvo Bilbao, socialista. Curiosamente, tras las generales del 2019, el PNV ha ganado todas las circunscripciones de Álava salvo su capital, del PSOE, lo que ha llevado a Maroto a obtener su acta en Sotosalbos.
Por otra parte, tanto Emilio como Javier estudiaron en la Comercial de Deusto, sacando partidos bien distintos: mientras el primero ha contribuido al robustecimiento de la economía española por la vía privada, el segundo estuvo al cargo de una hacienda local de cuyo periodo se sustrae una irregularidad.
Los Ybarra han demostrado vinculación política sin descolgarse de sus negocios, pero los nuevos políticos solo saben vivir de lo primero, dando lugar a casos como éste, en que aquel implacable defensor de Vitoria lo es hoy de Segovia, con la que no tiene ningún vínculo. Honestamente, prefiero a los Ybarra.
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