Trozo de España

Texto publicado en Diario de Navarra (19-X-19)
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Fte.: Diario de Navarra.

La última visita de Javier Ortega-Smith (Vox) a Pamplona, una vez comenzada su revuelta contra la causa de las Trece Rosas, no ha resultado más polémica que otras veces: tras su arribada al Iruña Park, soltó soflamas contra María Chivite, los nacionalistas (a quienes directamente llama “etarras”) y todo el mundo de la izquierda, “los comunistas”. Lo que se esperaba de él.

Hubo sin embargo algo que me chocó, referido a su lenguaje, que parece ser de manual para toda su formación excepto la muy comedida Rocío Monasterio: dijo que los socialistas habían “regalado este trozo de España” a ETA. Argumento oído hasta la saciedad por boca de la derecha navarra, pero nunca refiriéndose a la Comunidad como “trozo de España”. Esta expresión, además de sonoramente cacofónica (¿por qué no “cacho”?) no se la hemos oído ni a los sectores más ortodoxos del nacionalismo vasco (“trozo de Euskal Herria”), quienes siempre se han referido a Navarra curiosamente en términos parecidos al regionalismo: “parte de Euskal Herria/España”, “Reino de Navarra”, etc. Solo la expresión “Comunidad Foral”, más jurídica que popular, es utilizada por el navarrismo. Jamás “trozo”.

A todo ello debe acompañarse que el hotel estaba lógicamente lleno de rojigualdas, en las que el único signo propio de Navarra era su aparición en el escudo nacional. No parecía haber entre los asistentes ni una bandera navarra, que figura en los actos políticos de todas las formaciones locales – en el caso nacionalista sin corona, pero la misma al fin y al cabo –.

Todo este despliegue icónico-lingüístico deja entrever que Navarra no es nada en el ideario de la derecha más intransigente: una mera esquina de España, sin especificidad ninguna más allá de ser un territorio al que hay que apartar de la ETA, y con un incómodo régimen fiscal que también hay que limpiar. No cabe duda de que estas razones hacen a Vox incompatible con la realidad de Navarra, y muy difícil su integración en un proyecto como Na+, que obligó a Ciudadanos a recular su concepción sobre el régimen foral aquí (que no en Madrid). En cualquier caso, creo que la presentación de este proyecto solo resta votos a la fuerza mayoritaria del territorio, olvida a Navarra como sujeto político y la desnuda hasta convertirla en una provincia aislada y sometida a un desarrollo subyugado e ineficaz. Algo que ni quiera regímenes antidemocráticos consiguieron. ¿No es sorpresivo?

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